miércoles, 23 de abril de 2014

EL DIAFRAGMA Y SUS VALORES



El diafragma es un dispositivo que le provee al objetivo la capacidad de regular la cantidad de luz que entra a la cámara. Suele ser un disco o sistema de aletas dispuesto en el objetivo de una cámara, de forma tal que limita la cantidad luz que llega hacia el medio fotosensible en la cámara, generalmente de forma ajustable. Las progresivas variaciones de abertura del diafragma se denominan apertura, y se especifican mediante el número f, que es la relación entre la longitud focal y el diámetro de abertura efectivo.

Historia

El diafragma es la parte de la cámara que determina el tamaño de la abertura. En su forma más elemental, vista en las cámaras más antiguas, no era más que una placa perforada de diámetro fijo. Posteriormente, se adoptó un sistema consistente en un grupo de placas perforadas con distintos diámetros en forma de disco circular, que permitían variar la apertura mediante el cambio de dichos discos en frente del objetivo. Finalmente, el diafragma evolucionó hacia su estructura actual, que consiste en un conjunto de aletas, generalmente metálicas, que se mueven hacia adentro o hacia afuera, formando con sus extremos un agujero poligonal, cuyo diámetro define el valor de apertura; los más modernos utilizan aletas con perfil redondeado, lo cual produce un efecto más armónico en el desenfoque de la imagen resultante.

Diafragma y número f

La capacidad que tiene un objetivo para dejar pasar la luz se denomina luminosidad. Una de las maneras de indicar esta luminosidad es mediante la letra f que se define como la división de la distancia focal del objetivo por el diámetro de la abertura efectiva. Esta relación da lugar a una escala normalizada en progresión de: 1 - 1,4 - 2 - 2,8 - 4 - 5,6 - 8 - 11 - 16 - 22 - 32 - 45 etc. El salto de un valor al siguiente se llama paso. El valor mínimo que puede tener el número f es 0,3. Aunque este valor es inalcanzable en la práctica.
Estrictamente hablando, el número f no depende de la distancia focal del objetivo, sino de la distancia a la que está el centro óptico (el nodo único de una lente delgada con la misma potencia que el objetivo) de la imagen que forma. Cuando el objetivo está enfocado "a infinito" esta distancia resulta ser la inversa de la potencia del objetivo (distancia focal). Por tanto al enfocar a otras distancias la luminosidad cambia, reduciéndose. Esta variación está minimizada para que quede dentro de un tercio de paso de la luminosidad teórica aportada por el número f. En cine sí se tiene en cuenta esta variación y se emplean dos números para indicar la luminosidad: el f y el t. El f es calculado y sirve para determinar la profundidad de campo. El t es el número f teóricamente correspondiente a la luminosidad real medida. Estos números no suelen diferir en más de un tercio de paso.


Diafragma y profundidad de campo

El diafragma afecta en gran medida la profundidad de campo. Cuanto más cerrado esté (mayor número f), mayor será la profundidad de campo. Cuanto más abierto esté (menor número f) más pequeña es la profundidad de campo. Este comportamiento es debido a que el ángulo que forman los extremos del diafragma con el punto en el plano enfocado con un f cerrado será un ángulo estrecho y permitirá posicionar los círculos de confusión en posiciones más alejadas del plano de enfoque tanto por delante como por detrás aumentando el espacio que se ve apreciablemente nítido.

Diafragma y nitidez

El tiene consecuencias directas también en la nitidez de la imagen. Con aberturas pequeñas (número f alto) la difracción aumenta afectando negativamente la nitidez. Con aberturas grandes se obtiene mayor nitidez pero en un área más limitada, debido a la pérdida de profundidad de campo. Aunque en teoría debería conseguirse mayor nitidez con aberturas grandes, en la práctica esto no es así, pues a aberturas mayores (número f pequeño), las limitaciones de diseño del objetivo conocidas como aberraciones, sobre todo las cromáticas, dominan sobre la abertura amplia y la nitidez empeora. Para objetivos antiguos, una regla práctica para obtener buena nitidez es situar la apertura de f/8 a f/11, con lo que además se consigue una buena profundidad de campo. Los objetivos más modernos suelen tener elementos múltiples y lentes especiales que corrigen las aberraciones, lo cual permite lograr mayor nitidez a números f más bajos, generalmente entre f/5.6 y f/6.3. El valor óptimo del número f para máxima nitidez es una característica propia de cada objetivo que los fabricantes no suelen publicar, pero que puede obtenerse haciendo pruebas a diferentes aperturas. Al punto óptimo de nitidez de un objetivo se le denomina "punto dulce".

Apertura del diafragma, valores ISO y la exposición en la grabación de vídeo


Siguiendo con los ajustes que afectan a la calidad final del vídeo con cámaras réflex vamos a hablar sobre la apertura del diafragma, la exposición y los valores ISO.



Aquí, vuestra experiencia en fotografía hace que prácticamente ya sepáis lo que debéis hacer. Y es que, si hay una ventaja para el fotógrafo que se introduce en el mundo de la grabación de vídeo, es su conocimiento sobre como la luz afecta a las imágenes.


La apertura del diafragma y los valores ISO


El diafragma ya sabemos que nos permite controlar la cantidad de luz que entra o no al sensor. Además, la apertura es inversamente proporcional a la profundidad de campo. Así, cuanto más abierto esté menor profundidad y viceversa.

Con la apertura de diafragma podremos jugar también a la hora de grabar vídeo, lo único que tenemos que tener en cuenta es que, según lo abramos o cerremos, no podremos compensar con un mayor o menor tiempo de exposición como haríamos en fotografía. Por tanto, si una vez fijada la velocidad de obturación y apertura de diafragma la escena está oscura tendremos que variar otros parámetros como los valores ISO para compensar.

El problema es que si aumentamos excesivamente los valores ISO estaremos metiendo demasiado ruido a nuestros vídeo. Por lo que mejor contar con alguna fuente de luz continua. Pero en el caso de no disponer de ella y necesitar variar los valores ISO hay una serie de detalles a tener en cuenta.

Lo primero es usar siempre múltiplos de valores ISO nativos. Es decir, si nuestra cámara es una Nikon podremos usar ISO 100, 200, 300, etc… sin pasar de 800. En Canon serían valores ISOmúltiplos de 160 (160, 320, 480,…) y así igual con el resto de marcas.

Y como hemos dicho, siempre intentando no superar el valor ISO 800. Valor que podríamos definir como máximo ya que a partir de ahí el ruido en el vídeo será excesivo. A continuación veréis un vídeo que a pesar de comparar el ruido en vídeo de dos cámaras Canon es suficientemente aclaratorio para ver como, según aumentamos la ISO también lo hace el ruido en el vídeo.

La exposición


Debido a que la grabación de vídeo no cuenta con un formato tipo RAW en el que no sufrimos compresión y mantenemos toda la info posible es importante cuidar la exposición. Ya que, correguir zonas sobreexpuestas o subexpuestas no será tan sencillo.

Normalmente los vídeos en exteriores suelen quedar sobre expuestos. Para evitarlo es interesante hacer uso de filtros de densidad neutra. En el interior, ocurre al contrario y la mayoría de vídeos quedan subexpuestos por lo que ahí aun siendo aconsejable el uso del filtro nos requerirá una iluminación adicional.

Por último, pese a buscar una exposición correcta es interesante instalar perfiles de color planos que nos permiten una mejor posproducción. Uno de los más usados es el perfil Techinicolor, sólo disponible para cámaras HDSLR Canon. La finalidad es conseguir el mayor rango dinámico posible.


Si no fuese posible su instalación entonces modificaríamos uno de los perfiles de forma manual para que quede lo más neutro posible e incluso con un tono “grisáceo” en la imagen (bajando contraste y saturación). No os preocupéis, en posproducción con el uso de esos perfiles o modificaciones podremos tocar la imagen y conseguir un resultado magnífico.


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